Aprender a preocuparnos menos 101

 La mayoría de nosotros nos preocupamos demasiado por todo y por nada. Se ha vuelto un hábito, una compañera de nuestro caminar en la vida. Día a día nos acompaña y esto no es bueno para nuestro bienestar físico, mental y emocional.

Preocuparse significa sentir o mostrar miedo, intranquilidad o ansiedad porque pensamos que algo malo ha sucedido o podría suceder. Es una respuesta a la incertidumbre. También la podemos definir cuando reflexionamos sobre qué pasaría y nos imaginamos todas las posibles consecuencias negativas. Otra definición podría ser cuando los pensamientos se toman tan en serio que sufrimos como si fueran verdaderos. Recordemos que todas estas situaciones no han ocurrido, son hipotéticas, no hay nada que nos indique que han sucedido, sucederán o desencadenarán resultados negativos o funestos.

Preocuparnos está bien, pero podemos reconocer qué problemas son genuinos y detenernos cuando los llevamos demasiado lejos.

¿Qué podemos hacer para preocuparnos menos?

1. Cambia tu enfoque. Camina, practica la atención plena, haz ejercicios de respiración profunda, habla con un amigo o amiga, haz ejercicio, canta. Cambiar el ambiente o entorno ayuda a poder organizar los pensamientos y poder racionalmente entender si la preocupación tiene validez. Si tiene validez cuál es su efecto real.

2. Autoevalúate. Pregúntate:

  • ¿Esto será importante en una semana, un mes o un año?

  • Al preocuparme, ¿estoy manejando un problema o creando uno?

  • ¿Cómo me ayudará esto?

  • ¿Son válidas mis preocupaciones?

  • ¿Puedo hacer algo para ayudarme a mí mismo?

  • ¿Puedo pensar también en posibilidades positivas?

  •  Una buena pregunta puede llevarte de repente en la dirección correcta.

3. Reflexiona sobre tu pasado. ¿Cuántas veces en el pasado te has preocupado por algo y resultó que era una pérdida de tiempo? No pasó nada catastrófico o funesto. La mayoría de las veces, las cosas salen bien, sigue recordándote eso.

Puedes utilizar un diario de preocupaciones. Escribe todo lo que te venga a la mente. Vuelve a visitar esas páginas en unos días y ve cómo se desarrollaron las cosas. Te ayudará a realizar que muchas veces las preocupaciones no son reales o sus consecuencias pueden ser manejadas con un plan de acción para mitigar posibles resultados negativos. Recuerda cambia la mentalidad de una negativa a una positiva.

4. Diferencia los problemas. Determina las posibles soluciones al problema. Asegúrate de que hay algo que puedas hacer y luego hazlo. Cambia lo que puedas, lo que no puedas acéptalo. Cuando pienses en una posibilidad negativa inmediatamente cambia tu pensamiento a una posibilidad positiva.

5. Deja de pensar en que todo debe ser perfecto. La vida esta llena de momentos imperfectos que nos traen grandes alegrías. Nadie es perfecto, todos somos únicos y diferentes por lo que no hay un “ideal” para todo el mundo. A veces tenemos altas expectativas poco realistas de nosotros mismos que no nos permiten ser quienes realmente somos. Buscamos la perfección y no nos damos cuenta de que esas expectativas no son reales. Aprende a ser tu mejor amigo. Se bondadoso contigo mismo, mírate con amor y comprensión todos cometemos errores, nos equivocamos y es importante superarlos como aprender de ellos. Usa un diario de gratitud para que expreses todas las bendiciones y bondades que hay en nuestra vida por las cuales deberíamos estar agradecidos. Recuerda en la vida vamos a caer, nos vamos a levantar y seguiremos con más sabiduría porque esto es parte de ser un ser humano.

6. No te preocupes por preocuparte. A cuantos nos pasa que nos preocupamos constantemente y si no lo hacemos pensamos que algo anda mal en nuestra vida. Si esto nos ocurre es hora de tener una conversación con nosotros mismos y aceptar que estamos preocupados, que no nos sentimos bien en este momento y movernos a pensar que todo va a pasar y me sentiré mejor. Esto nos ayuda a recordar que tenemos estrategias para trabajar con las preocupaciones y movernos a un estado de bienestar. Practica diversas técnicas o estrategias diariamente que te ayuden a cambiar tu estado de preocupación.

7. Practica afirmaciones positivas.  La práctica regular de afirmaciones positivas puede tener un impacto significativo en la forma en que maneja todas las facetas de tu vida. Ayudan a sentirse tranquil@, confiad@ y que todo estará bien.

Recuerda más importante que preocuparte es ocuparte para vivir una vida en bienestar y salud.

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