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El método científico … está en nosotros hacerlo divertido.

Hemos comenzado el año escolar diferente o solo hemos modificado el medio de cómo impartimos nuestras clases. Es tal vez, el punto relevante de esta conversación. Fomentar en nuestros estudiantes experiencias de aprendizaje diferentes debería ser la norma dentro del estatus quo que estamos viviendo en esta nueva “normalidad” en un año escolar lleno de incertidumbre.

     El Departamento de Educación de Puerto Rico en su Programa Académico de Ciencias promueve la enseñanza del método científico al inicio del año escolar. Le dedica 4 o 5 semanas a su enseñanza en la escuela primaria. En tercer grado, por ejemplo, se trabaja bajo el Estándar Interacciones y energía Área de dominio: Fuerzas e interacciones: fuerza y movimiento. Sus indicadores están dirigidos a la investigación de fuerzas balanceadas y desbalanceadas, movimiento, fricción y gravedad. Diciendo esto, conocemos que los maestros de escuela primaria son maestros que, por lo general, imparten todas las materias menos inglés. También esto implica que como seres humanos tengamos nuestras preferencias en las materias que nos apasionan, aquellas que no dominamos por completo, por ejemplo, fracciones, decimales y por cientos y aquellas que no nos entusiasman y esto es normal. Sin embargo, es nuestra responsabilidad enseñar a nuestros estudiantes con entusiasmo y ofreciendo las oportunidades de hacer camino para que sean ellos y ellas las que se enamoren de los contenidos enseñados. El escuchar a un maestro decir que el método científico es aburrido y que “lo pasa rapidito porque los niños se aburren” es hasta cierto punto discriminatorio hacia las ciencias.

Conocemos que el énfasis del DEPR son las matemáticas y el español (adquisición de la lengua) se miden en las pruebas estandarizadas de tercero a undécimo, mientras que ciencias solo se miden en 4to, 8vo y 11mo. Estamos claros, ambas materias son fundamentales y necesarias para el desarrollo de cada uno de nosotros. Sin comprensión no hay entendimiento y sin razonamiento verbal y lógico algebraico se dificultan la resolución de problemas del diario vivir. Pero, no es menos cierto que todo lo que aprendemos lo percibimos primeramente a través de los sentidos. Sin los sentidos no podría nuestro cerebro transformar lo que percibimos en aprendizaje. Los sentidos son la puerta al conocimiento.

     El método científico ya no se enseña indicándole a los estudiantes los pasos, no es memoria, se enseña haciendo, enseñando mediante la investigación. Si bien es cierto enseñar ciencias o matemáticas en estos momentos no es fácil no es menos cierto que somos maestros en las buenas y en las no tan buenas. Los hogares brindan oportunidades para trabajar activamente con lo que en cualquier casa usualmente hay. Regresando al ejemplo de tercer grado en toda casa hay rollo de papel toalla o papel de inodoro, cajas de zapatos, libros, sillas, mesas, chavitos, cucharadas, vasos, etc. para poder realizar experimentos o actividades simples como crear una rampa para determinar fuerza y movimiento, dejar caer un papel o lápiz de cierta altura para comprobar caída libre, etc. Inclusive si no los hubiera el solo hecho de mirar por la puerta o la ventana o hacer una búsqueda de objetos puede servir para enseñar el método científico de manera activa y divertida. Es cuestión de planificar, comunicar lo que van a realizar y tener plan A, B y hasta Z para lograrlo. En esta nueva normativa nuestra forma de pensar y actuar también debe cambiar.

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     Maestro o maestra, padre o madre el método científico no es solamente para las ciencias es la herramienta que toda persona debería de utilizar para determinar si sus decisiones son correctas o no, si lo que leo en las redes sociales es cierto o no, si lo que me enseñan en la escuela, la universidad o la vida es así o no. El determinar que como es aburrido lo pasamos ligerito le hace un gran daño a nuestros niños y niñas. Es su deber como profesional y encargado de impartir la enseñanza buscar la manera que el mismo sea un tema interesante, divertido y útil.

     La investigación no es específica de las ciencias, usted investiga todos los días hasta para comprar un artículo usted investiga. Hace hipótesis todos los días: ¿me podré conectar a la internet hoy sin problemas? Si tengo problemas ¿cómo imparto mi clase? Observa todos los días: veo que los estudiantes no están motivados con el tema de hoy, los padres de X están atentos y lo apoyan.  Experimenta: voy a integrar videos o QR codes a la clase. Si resulta continuo y si no resulta busco otras posibles alternativas. Recopila datos: avalúo formativo, tareas de desempeño. Comunica los hallazgos y resultados de su enseñanza a sus colegas, padres y administrativos. Dígame usted si diariamente usted no utiliza el método científico, aunque no lo parezca.

     Por último y pienso más importante para el futuro de nuestros niños y niñas el 90% de las profesiones y carreras que se estarán desarrollando en los próximos años están relacionadas a STEM, por sus siglas en inglés, (Ciencia, Tecnología, Matemáticas e Ingeniería), la innovación, la creatividad y el emprendimiento. Todas ellas necesitan de la investigación. Además, ¿no es suficiente muestra en nuestras vidas la importancia de educar a nuestros niños y niñas a ser ciudadanos científicos? Para muestra un botón o varios: pandemia coronavirus novel, calentamiento global, cambio climático. Si no fomentamos el aprecio a las ciencias y a la conservación de nuestros recursos naturales terminaremos repitiendo el famoso estribillo “Y ¿pa’ cuando es qué es?” No permitamos que sea muy tarde para que esta nueva “normalidad” sea una para reflexionar sobre cómo enseñamos y cuál es nuestro legado en nuestros niños, niñas y jóvenes. Yo al menos quiero que mi huella sea una positiva y útil; que haga la diferencia en la conciencia ambiental de nuestras jóvenes generaciones.